ACNUR: DÍA MUNDIAL DEL REFUGIADO
El 20 de junio se celebra el Día Mundial del Refugiado. El tema de este año es la “Casa” y con ese tema se quiere reconocer el sufrimiento de más de 40 millones de personas forzadas a abandonar su hogar en todo el mundo, entre los cuales 10 millones de refugiados que se encuentran bajo la competencia del ACNUR.
El ACNUR ayuda estas personas a encontrar una nueva casa, donde puedan empezar de nuevo a construir su futuro. El reasentamiento a terceros países, la repatriación voluntaria al país de origen en condiciones de seguridad y dignidad, así como la integración local en la comunidad de acogida, son las soluciones duraderas a través de las cuales los refugiados pueden volver a empezar con sus vidas.
Retornar al hogar, la mayoría de las veces, es la solución preferida por las personas que fueron obligadas a dejarlo todo, sin embargo, eso no siempre es posible, debido al perdurar o al agudizarse de los conflictos, o a la existencia de riesgos para la seguridad. En tales casos, encontrar una nueva casa, un lugar que puedan llamar de “hogar”, donde finalmente reconstruir sus vidas, es todavía más difícil para estas personas.
Por eso, el lema del Día Mundial del Refugiado de este año es: “Me quitaron mi casa, pero no me pueden quitar mi futuro”.
ACNUR
LOS EXILIADOS DE LA HISTORIA DE ESPAÑA
Se puede decir que el exilio español nació con la derrota de los franceses en 1813. Entre 4.000 y 12.000 afrancesados huyeron a Francia después de la expulsión de José I. Muchos de ellos jamás regresaron.
A lo largo del siglo, las vicisitudes políticas trajeron nuevos exiliados: en 1823, los liberales; en 1839 y 1840, los seguidores de Carlos IV; en 1868, en 1874.
El último gran exilio español se produjo en 1939. Hasta 440.000 republicanos huyeron a Francia: 170.000 mujeres, niños y ancianos, 220.000 soldados y milicianos, 40.000 inválidos y 10.000 heridos; la mitad regresarían en 1940. Hasta 100.000 españoles se instalaron en Toulouse, durante un tiempo sede del gobierno de la República; en la actualidad, 25.000 tolosanos son de origen español.
ACUSAN A LA OTAN DE DEJAR MORIR REFUGIADOS LIBIOS
La OTAN niega vehementemente que un portaaviones aliado ignorara las peticiones de auxilio de una barca con decenas de inmigrantes africanos en el Mediterráneo, que según The Guardian murieron de hambre y sed tras pasar 16 días a la deriva cuando trataban de llegar a la isla italiana de Lampedusa. "No había barcos de la OTAN en la zona", ha señalado Carmen Romero, portavoz de la Alianza, tras recabar información al mando de la operación en el cuartel general de Nápoles. "Solo un portaaviones, el italiano Garibaldi, estaba en alta mar por esas fechas, pero operaba a unas cien millas náuticas (unos 180 kilómetros) y no vio nada".
Todos los inmigrantes menos 11 murieron de sed y hambre durante la travesía, según el diario británico. "Cada mañana nos levantamos y encontrábamos más cuerpos, que tirábamos al mar", relata a The Guardian Abu Kurke, uno de los supervivientes. La barcaza salió de Trípoli el pasado 25 de marzo cargada con 47 etíopes, siete nigerianos, siete eritreos, seis ghaneses y cinco sudaneses. De ellos, 20 eran mujeres y dos niños, uno de tan solo un año de edad.
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EL MILLÓN DE OLVIDADOS DE LA PRIMAVERA ÁRABE
El término refugiado, según Naciones Unidas, hace referencia a todas “aquellas personas que huyen legalmente de su país debido a un temor bien fundado de ser perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas”. Consecuencia de las revueltas de la primavera árabe, más de un millón de ciudadanos de países en conflicto se encuentran en esta situación: han tenido que abandonar sus hogares y salir de sus fronteras huyendo de la persecución o la guerra.
En Siria, Yemen y Libia miles de personas escapan a diario del horror que asola sus países y, aunque en menor medida, en todas las naciones que han vivido convulsiones revolucionarias en los últimos meses ha habido quien ha optado por el exilio.
El pueblo Libio, que en su mayoría trata, sin conseguirlo, de vivir ajeno a la guerra entre el régimen de Gadafi y los rebeldes y la OTAN, ha optado de forma masiva por dejar atrás sus casas y escapar lejos de las reyertas y los bombardeos. Cerca de un millón, de los seis millones y medio de libios, ha dejado ya sus hogares.
En Siria, la represión del régimen de Bashar el Asad, que persigue mediante los servicios secretos, la Policía y el Ejército a los opositores, también ha provocado una huida en masa del territorio. Diez mil sirios se encuentran ya en territorio turco, donde se han organizado campamentos para poder acoger a los refugiados. Aunque en menor medida, algunos residentes del sur del país –en torno a 2.000– se han refugiado en Líbano.
Yemen, el país más pobre de la Península Arábiga, vive un conflicto de extrema complejidad: el Gobierno lucha con las tribus rebeldes y los secesionistas del sur, en un entorno en el que destaca la influencia de comandos Al Qaeda, que a su vez son frecuentemente atacados por la aviación de Estados Unidos. El marco geopolítico del país impide que los yemeníes puedan salir de sus fronteras y hace que tengan que conformarse con trasladarse dentro del país, lo que ha provocado que 300.000 personas vivan como nómadas en los últimos meses.
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ESPAÑA CADA VEZ ACOGE A MENOS REFUGIADOS
El Informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado muestra la falta de compromiso con este derecho: en 2010 sólo 2.738 personas solicitaron asilo en España, la cifra más baja en 21 años. 2.738 personas lograron huir de sus países, viajar a Europa y solicitar protección al Gobierno español. A la mayoría les fue denegada.
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