Amanecía cuando se adentró en el bosque y vio lo que jamás en su larga vida de cazador había visto. Una liebre dormitaba apoyada en un árbol. De manera silenciosa cargó el arma.
Cuando dio un paso para tenerla a tiro, tropezó con la tortuga y se desnucó allí mismo.
Josep Sebastián, Un día de caza.