Ya estaban las zapatillas colocadas en la chimenea. La ilusión de los más pequeños hizo que me olvidara unos instantes de la nieve que se colaba por la ventana. Mi padre encendió una cerilla y todos aplaudimos cuando les prendió fuego. Esa noche dormiríamos por fin con los pies calientes.
Margarita del Brezo, Regalo de Navidad.