Ya estamos con los exámenes y el fin de curso otra vez. Todo llega y todo pasa. Si vuestros hijos van bien en los estudios, felicitaciones y buen verano. Y si van mal… Si van mal y suspenden, lo principal, padres y madres, es no caer en la tentación de reclamar ante la superioridad, sea el director del instituto, el inspector o la mismísima delegación de Educación, porque existe el peligro de que los aprueben por decreto y eso es peor que suspender. Los niños se creen que saben y luego más dura será la caída.
Es mejor suspender con dignidad que aprobar en los despachos. Lo importante, como en el deporte, es participar. No se puede ganar siempre. Si no aprendemos a caer, no sabremos levantarnos…
Y después de darles a los hijos que suspenden todos estos consejos tipo Paulo Coelho, que se pongan a estudiar o se acabó el móvil, la playa, etc.
Emilio Calatayud
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