Un abuelo y su nieto pasaron unas vacaciones inolvidables juntos. Ahora volvía a casa de sus padres para empezar nuevamente el colegio. Abuelo y nieto regresaban juntos con un burro. Turnándose, el abuelo o el nieto se subían al burro y así iban haciendo el viaje más cómodo.
Durante el viaje pasaron por numerosos pueblos….Pasando por la plaza del pueblo de uno de ellos y yendo en ese momento el abuelo sentado sobre el burro y el nieto iba caminando al lado, pudieron comprobar el enfado de algunas de las personas con que se cruzaban.
Decían:
- ¡Parece mentira! ¡Qué señor tan egoísta! Va montado en el burro y el pobre niño caminando.
Cuando salieron de este pueblo, el abuelo se bajó del burro. Llegaron a otro pueblo. Los dos iban caminando junto al burro y un grupo de muchachos se rió de ellos, diciendo:
-¡Mira qué par de tontos! Tienen un burro y, en lugar de montarse, van los dos andando.
Salieron del pueblo, el abuelo subió al niño al burro y continuaron el viaje.
Al llegar a otra aldea, la gente exclamó escandalizada:
-¡Qué niño más maleducado! ¡Qué poco respeto! Va montado en el burro y el pobre anciano caminando a su lado.
En las afueras de esta aldea, nieto y abuelo subieron los dos al burro. Pasaron junto a un grupo de campesinos que al verlos les gritaron:
-¡Sinvergüenzas! ¿Es que no tenéis corazón? ¡Vais a reventar al pobre animal!
El anciano y el niño se cargaron al burro sobre sus hombros. De este modo llegaron al siguiente pueblo. La gente acudió de todas partes para verles. Con grandes risotadas se burlaban diciendo:
-¡Qué par de tontos! Nunca hemos visto gente igual de tonta que ellos. Tienen un burro y, en lugar de montarse, lo llevan a cuestas.
Al salir del pueblo, el abuelo después de pensar un rato le dijo al nieto:
-Recuerda siempre tener opinión propia y no hacer caso de lo que diga la gente. Nunca podrás contentar a todo el mundo…
Cuentos populares españoles, Esplandián Editores, Madrid, 1999.