Ayer era rey de España;
hoy no lo soy de una villa;
ayer villas o castillos,
hoy ninguno poesía;
ayer tenía criados;
hoy ninguno me servía,
no tengo ahora una almena
que pueda decir que es mía.
¡Desdichada fue la hora,
desdichado fue aquel día
en que nací y heredé
tan gran reino y señoría,
pues lo había de perder
todo junto y en un día!
¡Oh muerte! ¿Por qué no vienes
y te llevas esta alma mía
de este mi cuerpo mezquino,
pues se te agradecería? ....