Lo habían dejado amarrado a la silla al lado del contenedor, junto a un armario desvencijado y un viejo colchón. Su mirada de cachorro abandonado me conmovió tanto que decidí traerlo con nosotros. A ver cómo le digo a mi mujer que, desde hoy, tendremos otro abuelo más en casa.
Manuel Bocanegra, Abandonado.