El G8 suspendió a Rusia y trasladó la cumbre prevista para este mes de la ciudad rusa de Sochi a Bruselas. Un G8 convertido en G7 dejando fuera al presidente ruso Vladimir Putin, como señal del rechazo que ha suscitado su anexión de la península de Crimea. Cabe señalar que el G7 se reúne por primera vez en 17 años sin Rusia y en está ocasión con Ucrania.
Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama tras reunirse con el nuevo mandatario ucraniano, Petro Poroshenko, exhortó a sus socios europeos para fortalecer la defensa; en ese sentido, presentó un plan de 1.000 millones de dólares para reforzar la seguridad del flanco oriental europeo.
A su vez, los líderes de EEUU, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Canadá, reunidos durante dos días en Bruselas exigen a Rusia que “ejerza su influencia sobre los rebeldes separatistas del este de Ucrania para que depongan las armas”, que “detenga el flujo de armas y milicianos a través de la frontera” y que “acelere la retirada de las tropas rusas” desplegadas desde hace meses a lo largo de la frontera oriental ucraniana.
La canciller de Alemania, Angela Merkel señaló que los líderes del G7 desean continuar sus conversaciones con Rusia, pese a haberla suspendido del G-8.
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