No todos pueden decirlo de pequeños. Yo sí podía, pero crecí y cambié sus cuentos de aventuras por mis citas clandestinas en el portal. Hoy, al recoger sus cosas, he encontrado un sobre escondido que me ha hecho desplegar las velas, porque he recordado... ¡que soy hija de una pirata!
Patricia Richmond, El mapa del tesoro.