Juvénal Habyarimana, presidente de Ruanda (1973-1994) y amigo de Mobutu, lo llama presa del pánico: "Joseph, ¿qué debo hacer? El ejército de los tutsis se acerca a la capital". "¿Por dónde vienen hacia Kigali?", pregunta Mobutu. "Por la carretera", contesta Habyarimana. "¡Idiota, ya te dije que no arreglaras las carreteras!", contesta Mobutu.
Durante los treinta años de gobierno de Mobutu, las carreteras y las vías férreas fueron totalmente descuidadas, y el avión era el único medio para llegar a la capital, situada en los confines occidentales del país. Mobutu controlaba todos los aeropuertos, y los aviones de otras líneas aéreas sólo podían aterrizar en Kinshasa. Así, todo intento de revuelta estaba localizado y era vencido con ayuda de tropas extranjeras transportadas por aire.
Bogumił Jewsiewicki (en Ryszard Kapuściński, Estrellas negras, Anagrama, Barcelona, 2016)