H. G. Wells: “History is a race between education and catastrophe”.

martes, 6 de septiembre de 2011

11 de septiembre: 10º aniversario de los atentados del World Trade Center y del Pentágono



LOS ATENTADOS DEL 11 DE SEPTIEMBRE
Los atentados del 11 de septiembre causaron más de 6.000 heridos, la muerte de 2.973 personas y la desaparición de otras 24, resultando muertos igualmente los 19 terroristas.

Los atentados fueron cometidos por miembros de la red yihadista al-Qaida, divididos en cuatro grupos de secuestradores, cada uno de ellos con un terrorista piloto que se encargaría de pilotar el avión una vez ya reducida la tripulación de la cabina. Los aviones de los vuelos 11 de American Airlines y 175 de United Airlines fueron los primeros en ser secuestrados siendo ambos estrellados contra las dos torres gemelas del World Trade Center, el primero contra la torre Norte, el segundo poco después contra la Sur, provocando que ambos rascacielos se derrumbaran en las dos horas siguientes.

El tercer avión secuestrado pertenecía al vuelo 77 de American Airlines y fue empleado para ser impactado contra una de las fachadas del Pentágono, en Virginia.



TESTIMONIO DE ORIANA FALLACI
Eran las nueve y cuarto. Y no me pidas que recuerde lo que sentí durante aquellos 15 minutos. No lo sé, no lo recuerdo. Era como un trozo de hielo. Incluso mi cerebro estaba helado. Ni siquiera recuerdo si algunas cosas las vi sobre la primera o sobre la segunda Torre. La gente que, para no morir abrasada viva, se lanzaba por las ventanas desde el piso 80 ó 90, por ejemplo. Rompían los cristales de las ventanas y se lanzaban al vacío como si se lanzasen de un avión en paracaídas, y caían lentamente. Agitando las piernas y los brazos, nadando en el aire. Sí, parecía que nadaban en el aire. Y no acababan de llegar abajo. Hacia el piso 30, aceleraban. Se ponían a gesticular, desesperados, supongo que arrepentidos, como si gritasen «Help, help». Y quizás lo gritasen de verdad. Por fin, caían en el suelo y paf.

¿Cuáles son los símbolos de la fuerza, de la riqueza, de la potencia de la modernidad americana? No son el jazz y el rock and roll, el chicle o la hamburguesa, Broadway o Hollywood. Son sus rascacielos. Su Pentágono. Su ciencia. Su tecnología. Esos rascacielos impresionantes, tan altos, tan bellos que, al alzar los ojos, casi olvidas las pirámides y los divinos palacios de nuestro pasado. Esos aviones gigantescos, exagerados, que se utilizan como en otro tiempo se utilizaban los veleros y los camiones, porque todo se mueve a través de los aviones. Todo. El correo, el pescado fresco y nosotros mismos (no olvidemos que la guerra aérea la inventaron ellos. O al menos la guerra aérea desarrollada hasta la histeria).

Ese terrible Pentágono, esa fortaleza que da miedo sólo con mirarla. Esa ciencia omnipresente y casi omnipotente. Esa extraordinaria tecnología que, en pocos años, cambió por completo nuestra vida cotidiana, nuestra milenaria manera de comunicarnos, comer y vivir. ¿Y dónde les ha golpeado el reverendo Osama bin Laden? En los rascacielos y en el Pentágono. ¿Cómo? Con los aviones, con la ciencia, con la tecnología.

Oriana FALLACI, La rabia y el orgullo, La Esfera de los Libros, Madrid, 2002.

EL VUELO 93 DE UNITED AIRLINES
El vuelo 93, con destino hacia San Francisco, despegó del aeropuerto de Newark a las 08:42 de la mañana, después de un retraso de cuarenta y dos minutos. Según datos oficiales, iban a bordo cuatro terroristas de al-Qaida, que se habían colocado en primera clase, presumiblemente para estar más cerca de la cabina. Alrededor de las 9:28, los secuestradores sometieron a la tripulación, asesinando al menos a tres de los miembros, el Capitán Jason Dahl, el copiloto Leroy J. Homer y la azafata Deborah Welsh y también, según los testimonios contados por las víctimas que pudieron hablar por teléfono durante el secuestro, hirieron mortalmente al pasajero Mark Rothenberg, que iba sentado justo delante de uno de los secuestradores y todo hace pensar que fue él la primera de las víctimas. Minutos después de ser secuestrado, varios de los pasajeros y miembros de la tripulación lograron llamar a familiares para advertirles de la situación. Tras enterarse de que otros aviones habían sido estrellados contra el World Trade Center y el Pentágono, enseguida supieron que aquello no era un secuestro normal, sino una misión suicida. Todo hace pensar que fue eso lo que les hizo tomar la decisión de intentar reducir a los secuestradores por su propia cuenta y tomar ellos el control del avión. Dos de los secuestradores se habían encerrado en la cabina de pilotaje y los 40 pasajeros aparentemente se unieron para impedir que el control siguiera en manos de los terroristas. Valerosamente intentaron controlar a los secuestradores e irrumpir en la cabina, al parecer sin éxito. El Boeing 757 se estrelló aproximadamente a las 10:03 de la mañana, en un campo abierto en Shanksville (Pensilvania). Todos los que iban a bordo murieron. Se cree que los terroristas trataban de estrellar el avión en el Capitolio.



LA ZONA CERO
Está siendo construido en el sitio del antiguo World Trade Center un nuevo complejo que tendrá el mismo nombre. Este será uno de los proyectos arquitectónicos más avanzados del mundo. En 2013, el nuevo World Trade Center tendrá 5 torres. El edificio principal del complejo, la One World Trade Center, tendrá 541 metros de altura (124 metros más que las Torres Gemelas), y tendrá 108 plantas.