Cuando lo vio pensó que cumplía todas las condiciones para que ese trabajo fuera para él. No tenía que hacer de extraterrestre, ni nada relacionado con la magia. En cuanto no temer al calor, nada de nada, a él le gustaban las altas temperaturas. Entonces apartó el humo de sus ojos para poder seguir leyendo. Tampoco había tenido nunca un problema con persona alguna, aunque siempre podía pedir referencias a sus anteriores amos. Pero lo que más le gustaba era aquello de inclusión en plantilla, por fin podría dejar de ir de cuento en cuento fantástico resoplando como un dragón.
Javier Puchades, Anuncio por palabras.