Las luces palidecen hasta apagarse. María se acomoda en la butaca, feliz, ansiosa de internarse en mundos románticos, glamurosos, divertidos.
Más tarde, inevitablemente, aparecerá THE END, las luces y la realidad volverán y una vez más, obstinadamente, bajo su piel de melocotón el nudo de su estómago volverá a apretarse.
Georges, Escapada de cine.