H. G. Wells: “History is a race between education and catastrophe”.

martes, 3 de febrero de 2015

1º A.S. - BLOQUE 4 - Los hoplitas



La defensa de la polis se convirtió en un deber para los habitantes más ricos de las ciudades-Estado, gozaran o no de los privilegios de la ciudadanía. El sector acomodado de la población ateniense estaba obligado a defender la ciudad sirviendo en el ejército y pagando su propio equipamiento de combate. En Esparta, los homoioi tenían como único oficio el combate. Surgieron, de este modo, los hoplitas, soldados que pertenecían al antiguo ejército griego de infantería pesada y que provenían, por lo general, de los grupos sociales más elevados.



Como armas ofensivas, los hoplitas portaban una lanza y una espada corta para el combate cuerpo a cuerpo. Para su defensa, el elemento más importante era el escudo, fabricado en bronce, en madera o en mimbre y recubierto de piel. A diferencia de los escudos tradicionales, se llevaba en el antebrazo izquierdo, agarrado por una abrazadera central de bronce y una correa que servía de asa. De esta forma, el hoplita solo disponía de su brazo derecho para manejar las armas ofensivas, y este flanco quedaba fuera de la protección del escudo.





Atacaban dispuestos en apretadas filas; esto dificultaba su movilidad y visibilidad, pero favorecía el mantenimiento de la solidaridad, ya que la protección de los soldados dependía, en buena medida, de sus compañeros de hilera. Aristodemo, un hoplita espartano, que se sentía avergonzado por haber sobrevivido a las Termópilas, se comportó de manera temeraria en Platea, por lo que fue amonestado: su actitud no sólo le puso en peligro sino que también puso en peligro a sus compañeros de armas.