La observancia del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se remonta al 17 de octubre de 1987. Ese día, más de cien mil personas se congregaron en Trocadero, en París, donde en 1948 se había firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre. Proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar el respeto de esos derechos. Estos principios están inscritos en una losa conmemorativa que se descubrió aquel día. Desde entonces, personas de toda condición, creencia y origen social se reúnen el 17 de octubre de cada año para renovar su compromiso y mostrar su solidaridad con los pobres. Se han descubierto réplicas de la losa conmemorativa en todo el mundo, que sirven de punto de encuentro para celebrar el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Una de esas réplicas está ubicada en el jardín de la Sede de las Naciones Unidas y es el lugar donde se celebra la conmemoración anual que organiza la Secretaría de las Naciones Unidas en Nueva York.
En 1992, la Asamblea General de la ONU, acogiendo con satisfacción el hecho de que, el 17 de octubre, algunas organizaciones no gubernamentales, por iniciativa de una de ellas (el Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo, con sede en Francia) habían celebrado en muchos Estados el Día Mundial para la Superación de la Pobreza Extrema, declaró esa fecha Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (Resolución 47/196, de 22 de diciembre). La observancia del Día tiene por objeto sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países, en particular los países en desarrollo, necesidad que se ha convertido en una prioridad del desarrollo.
Objetivos del Milenio de la ONU