La antigua Inglaterra estaba dividida en shires (condados). Yorkshire, el mayor, es tan grande como la provincia de Jaén (15.000 kilómetros cuadrados). La mayoría de los restantes varía entre los 1.300 y los 3.200 kilómetros cuadrados de superficie. La autoridad central en cada shire era ejercida por un representante nombrado por el rey, encargado de vigilar la recaudación de impuestos y la ejecución de las órdenes del rey. Tal funcionario era llamado reeve, y el que estaba a cargo de un shire era un shire reeve, que pronto se convirtió en sheriff.
En uno de los pocos manuscritos atribuidos a Shakespeare, la palabra sheriff aparece escrita de cinco maneras distintas en sólo cinco líneas: shreiff, shreef, shreeve, shreiue y shreue.
En Estados Unidos, un sheriff es la autoridad policial de los condados.
Harry Lee fue sheriff de Jefferson, Luisiana, entre 1980 y 2007 |