Rebusqué los ingredientes para preparar una sencilla y suculenta sopa. Una cebolla, un pizca de sal y unos granitos de arroz para espesarla. Con las sustancias cociendo a fuego medio fui aspirando su olor, dejándome empapar por sus pequeñas burbujas. Acerqué mis manos al suave calor de su vapor y traté de escuchar el borboteo que jugaba con el agua. Recé dos Padres Nuestros y cinco Ave Marías, como me había enseñado mi abuela, para saber el punto exacto cocción.
Serví este manjar en tres platos. Los niños me preguntaron si no tenía hambre, les conteste que ya había cenado.
María Belén MATEOS GALÁN, Receta familiar.