Los datos son estremecedores. Y ponen de relieve el drama del paro. En particular, entre los jóvenes menores de 30 años inscritos en los servicios públicos de empleo. Y lo que dicen esos datos -publicados en el documento final sobre Estrategia de Emprendimiento redactado por el Ministerio de Empleo- es que nada menos que 456.926 jóvenes parados ni siquiera han acabado la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), en la que se matriculan estudiantes con edades comprendidas entre 12 y 16 años.
Y lo que es todavía más dramático: 77.816 jóvenes menores de 30 años no tenían estudios o no habían terminado siquiera los estudios primarios. En total, casi 535.000 jóvenes en paro cuyas probabilidades de encontrar empleo son extremadamente difíciles. El Gobierno lo achaca en parte a que “muchos jóvenes abandonaron los estudios por las oportunidades de empleo que ofrecían sectores intensivos en mano de obra poco cualificada y ahora se encuentran, en muchos casos, sin estudios y sin trabajo”.
El Confidencial, miércoles 13 de marzo de 2013.