Corro. Huyo de ti. Me atan tus pies. ¡Quiero romper las cadenas! Como guardián el sol, taciturno al amanecer, implacable a medio día, compasivo de noche. No siento la liberación. Me atan la luz de la luna y las farolas. Quiero escapar, tener vida propia, no ser solamente: la sombra.