Aunque Andalucía era a principios del siglo XIX la región más rica de España, y a pesar de que aquí se fundaron las primeras industrias siderúrgicas y textiles, a finales de siglo ya había sido superada por otras regiones (País Vasco, Cataluña, Asturias). Hace un siglo el único sector destacado en Andalucía era el agroalimentario.
Sector siderúrgico
A comienzos del siglo XVIII, cerca de Ronda, se creó una fábrica de hojalata que significó el comienzo de la industria siderúrgica andaluza.
En 1833 se encendieron los altos hornos de Marbella, los primeros del país, muy cerca de los criaderos de hierro de Ojén, a iniciativas del empresario Manuel Agustín Heredia, que a las ferreterías de La Concepción y de La Constancia, añadió las fundiciones de plomo en Adra. Se utilizaba el carbón vegetal de Sierra Blanca y hulla que llegaba de las minas británicas.
En Málaga se cree que, como en estas fábricas trabajaron numerosos trabajadores de etnia gitana, adoptaron el apellido Heredia. Manuel Agustín Heredia tuvo que mandar a Inglaterra a no pocos de aquellos gitanos con el fin de que se adiestraran en la laminación del hierro. Como ninguno de ellos tenía papeles, Manuel Agustín los preparó dandoles su propio apellido.
Juan Giró creó en Marbella en 1841 la ferrería El Ángel, con tres altos hornos para hierro colado.
Sector siderúrgico
A comienzos del siglo XVIII, cerca de Ronda, se creó una fábrica de hojalata que significó el comienzo de la industria siderúrgica andaluza.
En 1833 se encendieron los altos hornos de Marbella, los primeros del país, muy cerca de los criaderos de hierro de Ojén, a iniciativas del empresario Manuel Agustín Heredia, que a las ferreterías de La Concepción y de La Constancia, añadió las fundiciones de plomo en Adra. Se utilizaba el carbón vegetal de Sierra Blanca y hulla que llegaba de las minas británicas.
En Málaga se cree que, como en estas fábricas trabajaron numerosos trabajadores de etnia gitana, adoptaron el apellido Heredia. Manuel Agustín Heredia tuvo que mandar a Inglaterra a no pocos de aquellos gitanos con el fin de que se adiestraran en la laminación del hierro. Como ninguno de ellos tenía papeles, Manuel Agustín los preparó dandoles su propio apellido.
Juan Giró creó en Marbella en 1841 la ferrería El Ángel, con tres altos hornos para hierro colado.
También en Sevilla tenemos pruebas de la industria siderúrgica en el siglo XIX. En 1840, Narciso Bonaplata levantó en El Pedroso la fundición San Antonio.
A partir de 1865, la competencia de los altos hornos asturianos de Mieres y La Felguera provoca la rápida decadencia de la siderurgia andaluza.
Sector textil
La industria textil andaluza presentó a partir del segundo tercio del siglo XIX un amplio crecimiento, favorecido por el arancel de 1841, que prohibía la importación de paños extranjeros para facilitar la creación de una industria pañera nacional. La manufactura textil andaluza incorporó la mecanización en los sectores tradicionales -lanero y linero- y desarrolló un moderno sector algodonero, dependiente del consumo interno. En Antequera se desarrolló una importante industria lanera y en Málaga se instalaron varias fábricas de telas de algodón promovidas por las familias Heredia y Larios, como la Industria Malagueña, fundada en 1846. En Cádiz se fundó en 1846 la Empresa Gaditana de Hilados y Tejidos del Algodón al Vapor, que daba trabajo a 250 operarios.
La industria textil andaluza vivió su etapa de mayor esplendor hacia mediados de siglo, pero lo reducido de su demanda interna y la competencia con los textiles catalanes supusieron su rápida decadencia.