Cueva de Hira |
En La Meca, las autoridades religiosas y políticas saudíes intentan consagrar a Mahoma de una forma diferente, sacándole de la historia de modo que no sea ya humano. La policía religiosa no deja rezar a los peregrinos en lugares como la cueva donde se dice que el Profeta recibió el primer mensaje de Dios, basándose en que tal plegaria es idolatría. A lo largo del último medio siglo, los edificios que albergaban al Profeta y su familia han sido destruidos uno a uno hasta los cimientos. Sólo en las dos últimas décadas, según el Instituto del Golfo, han desaparecido el 95 por ciento de los edificios más antiguos de la Meca, que tenían más de mil años de antigüedad.
Margaret MacMillan, Usos y abusos de la Historia, Ariel, Barcelona, 2010.