H. G. Wells: “History is a race between education and catastrophe”.

viernes, 13 de abril de 2012

Sancho de Navarra en las Navas de Tolosa

Alfonso de Castilla, viéndose perdido, pidió socorro a los príncipes cristianos de Europa, y el papa Inocencio III publicó una cruzada que predicó el arzobispo de Toledo. Contestaron a ella la Francia, la Italia y la Alemania, y el numeroso y variado ejército acampó en Toledo: dirigiéndose luego contra los moros, dieron con ellos en Sierra Morena, en el sitio llamado de la Navas de Tolosa, y allí el 16 de julio de 1212 se dio la sangrienta batalla que hizo perder a los moros la esperanza de sojuzgar a España.

Antes de la batalla se ha dicho por algunos historiadores que el navarro se alió con los moros para casarse con una hija del Miramamolín, de quien estaba perdidamente enamorado. Esto, como se ve, es ganas de adulterar la historia por darle un colorido romancesco que tan mal la sienta, y en la invención de tan absurdas patrañas se ve el deseo de rebajar y deprimir la grandeza de alma y el esfuerzo de ánimo, juntamente con la ardiente fe del último vástago de la casa de Navarra, que tan brillantes páginas ha legado a nuestra historia.



En las Navas de Tolosa fue donde el rey don Sancho penetró en la tienda del Miramamolín Mahomad, cercada de hierro y defendida por una guardia escogida, de cuya hazaña tomó el blasón que hoy ostenta Navarra, consistente en unas cadenas, recuerdo de las que cercaban la tienda del Miramamolín, y una esmeralda en el centro, por alusión al sobrenombre de Verde con que era conocido por los moros.

Julio NOMBELA, Crónica de la provincia de Navarra, Editores Rubio, Grilo y Vitturi, Madrid, 1868.