Una música suave y envolvente lo aislaba del ruido y de las prisas del resto de los conductores, cuándo le sobresaltaron unos golpes secos en la ventanilla.
Volvió la cabeza y vio dos paquetes de clínex sobre el cristal, retiró displicente la mirada, pero nuevamente escuchó los golpes y se topó con la tez oscura y los ojos expresivos del vendedor. Respondió que no con un tenue movimiento de la cabeza. Por tercera vez los golpes llamaron su atención. Algo molesto bajó la ventanilla y ratificó su negativa a comprar.
─¿Mahler? ─dijo el vendedor mostrándole los pañuelos.
─¿Quién? ─respondió, mientras sonaba la música suave y envolvente.
Ezequiel Barranco Moreno, Melómano.