H. G. Wells: “History is a race between education and catastrophe”.
lunes, 12 de diciembre de 2011
Adelina Jiménez, la primera maestra gitana
Con 16 meses quedó huérfana. Su abuela materna se hizo cargo de ella y fue quien le inculcó la cultura gitana. "No quiso abandonar jamás Ayerbe, su pueblo en la provincia de Huesca, porque allí está enterrada mi madre. Era mayor, pero todavía estaba fuerte. Vendía telas por los pueblos, agujas de coser... no por dinero, sino por comestibles. Yo comencé a ir a las escuelas nacionales desde los tres años. Era la única gitana. Mi abuela no sabía leer y escribir, pero era una persona muy sabia, no en cuanto a conocimientos científicos, pero sí en sus ideas." Es entrañable pensar que cuando Adelina pudo descifrar las letras, era ella la que leía los cuentos a la luz y al calor de la lumbre. Fue pasando el tiempo y desfilaron por su vida dos personas cruciales. La primera, doña Raimunda Cazabón, su profesora. "Empecé a fijarme en ella. Estaba sentada en un sillón, en una mesa antigua, alargada, donde nos hacía dictados... la miraba y pensaba que cuando fuese mayor yo también sería maestra, la maestra gitana. Mi abuela también me decía que de mayor tenía que enseñar a los niños de mi pueblo." La segunda persona fue don Carmelo Coiduras. "Vivía en un palacio muy antiguo. Casi todo el pueblo en cuestión de fincas y viviendas era de él. Le llamaba tío. Como yo no tenía padres, le llevaba las notas para que me las firmara." Llegó el día en que Adelina, con 14 años, obtuvo el Certificado de Estudios Primarios. Don Carmelo, entonces, le ofreció trabajar en su comercio como modista y aprender en su taller. "Don Carmelo, yo no quiero ser modista, quiero ser maestra. Él me contestó que yo no contaba con nadie que me pudiese pagar la carrera. Le respondí que él sí, que él me la podía costear." Aquel hombre fue su mecenas hasta que ella, con 21 años y su plaza fija mediante oposición, se convirtió en la primera maestra gitana de España.
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