Hoy, a cien días del 19 de marzo, un grupo de ciudadanos de Cádiz está leyendo el texto de la Constitución de 1812. Esa Constitución es mucho más que un texto bicentenario. Es el fruto de un sueño y de un ansia de libertad. Una herencia y un desafío. Al leer su extenso articulado hay que hacerlo con gratitud y reverencia hacia los diputados que lograron poner por escrito mucho de lo que, como pueblo, estábamos necesitando. Pero no nos quedemos en el ayer: de nada sirve esa lectura si no la hacemos desde el presente, y desde los desafíos que nos presenta.
En 1812 se inició un camino de libertad y justicia que hoy a nosotros nos toca recorrer. Herederos del Doce nosotros, y heredera del Doce la Constitución de 1978, tenemos que identificar los problemas de hoy; y, recuperando aquel espíritu de cohesión -¡porque también entonces la Patria estaba en peligro!- unirnos y caminar unidos en la búsqueda de las soluciones que necesitamos.
Diario de Cádiz, lunes 12 de diciembre de 2011.
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