"Soy jubilado. No puedo vivir en estas condiciones. Me niego a buscar comida en la basura. Por eso he decidido poner fin a mi vida”, decía el mensaje que llevaba en un bolsillo. Dimitris Christoulas, de 77 años, un farmacéutico retirado al que se le comían las deudas, se pegó un tiro en la sien y murió a escasos metros del Parlamento poco antes de las nueve de la mañana de este miércoles, en plena hora punta en el kilómetro cero ateniense. Fue un suicidio público que ha desatado una ola de cólera, dolor y reconocimiento: un final por el que cada vez más ciudadanos optan en una Grecia asfixiada por los recortes.
La nota del suicida hace responsable al Gobierno de “aniquilar cualquier esperanza de supervivencia” con sus medidas de ajuste. Ítem más, en la misiva, cuyo contenido divulga la edición digital del diario To Vima, el pensionista escribe: "Creo que los jóvenes sin futuro algún dia cogerán las armas y en la plaza Sintagma colgarán a los que traicionaron a la nación, como hicieron los italianos con Mussolini en 1945". El equivalente del fascista italiano es, según el texto, el "Gobierno de ocupación" de Atenas, al que el pensionista añade el epíteto "Tsolakoglu", en referencia al primer ministro que colaboró con los nazis durante la invasión por estos del país en 1941.
El presidente de la unión de farmacéuticos -una de las profesiones, por cierto, que serán liberalizadas en el marco de los planes de ajuste- abundó en la nota de suicidio del jubilado: "Hay un instigador moral en esta muerte, el Gobierno ha llevado a la gente a esta desesperación". Desde comienzos de 2010, los jubilados han visto recortadas sus pensiones de media un 15%; las superiores a 1.200 euros han sufrido una rebaja adicional del 20%. Tras lamentar la inconsistencia de su retiro ("por el que he cotizado durante 35 años", explica su mensaje), el suicida concluía su nota: "No logro encontrar otra modo de reacción [a la crisis] que un final digno, antes que ponerme a rebuscar comida en la basura".
María Antonia SÁNCHEZ-VALLEJO, El suicidio de un jubilado por la crisis desata la ira en Grecia.
El País, jueves 5 de abril de 2012.
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