No pude elegir. Nací con la flor de lis tatuada en mi hombro, culpable de los crímenes que estaba destinada a cometer. Te advertí que te alejaras de mí, pero te fascinó que las líneas de tu mano te hubieran guiado hasta mí y seguiste leyendo. No llores... acabaré pronto.
Patricia Richmond, Spoiler.