H. G. Wells: “History is a race between education and catastrophe”.

viernes, 7 de octubre de 2011

10 de octubre: Día Mundial contra la Pena de Muerte



“La pena de muerte es considerada como el triunfo de la venganza sobre la justicia y viola el primer derecho de todo ser humano: el derecho a la vida, la pena capital nunca ha disuadido el crimen y constituye un acto de tortura y el último trato cruel, inhumano y degradante. Una sociedad que acude a la pena de muerte anima simbólicamente a la violencia”. Declaración del Primer Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, realizado en Estrasburgo, Francia, en junio del 2001.



La pena de muerte es la negación más extrema de los derechos humanos: consiste en el homicidio premeditado y a sangre fría a manos del Estado. Este castigo cruel, inhumano y degradante, que se impone en nombre de la justicia, viola el derecho a la vida, proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

En 2010 se produjeron más avances en la tendencia mundial hacia la abolición. Otro país, Gabón, abolió la pena de muerte para todos los delitos y el presidente de Mongolia estableció una suspensión oficial de las ejecuciones. Por tercera vez, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución relativa a una moratoria sobre el uso de la pena de muerte que obtuvo más apoyos que nunca.

En 2010, 23 países llevaron a cabo ejecuciones y 67 impusieron condenas a muerte en 2010. Los métodos de ejecución empleados fueron la decapitación, la electrocución, el ahorcamiento, la inyección letal y el disparo.

Los países que mantienen la pena de muerte defendieron su postura asegurando que la utilizan con arreglo a las normas internacionales de derechos humanos, pero sus acciones contradicen de manera rotunda esta afirmación.



Amnistía Internacional

Iwao Hakamada

“Me llamo Kumamoto Norimichi. Yo era uno de los tres jueces que debía dictar sentencia en la causa instruida en 1968 contra Iwao Hakamada. Objetivamente, las pruebas de que él hubiera cometido el crimen eran prácticamente inexistentes, pero no pude convencer a los otros dos jueces, así que tuve que declararlo culpable. No pude soportar la carga sobre mi conciencia, por lo que a los seis meses renuncié a mi puesto de juez. Todavía hoy me siento culpable.”

Iwao Hakamada es el preso que más tiempo lleva en el corredor de la muerte en todo el mundo. Ya han pasado 43 años desde que fue condenado en un juicio injusto, por un crimen que niega haber cometido. La ejecución podría ser cualquier día. En Japón, los presos son informados el mismo día de su ejecución, sus familiares después.

El caso de Iwao, es el mejor reflejo de cómo la pena de muerte puede ser la peor de las torturas. Para la persona condenada y para sus familias.