Había una vez en el Reino de Sung un hombre cuyo nombre era Chen Shuibian. Después de un aguacero el muro de su casa empezó a desmoronarse.
-Si no reparas ese muro -le dijo su vecino rico- por ahí puede entrar un ladrón.
Otro vecino, viejo y pobre, le hizo la misma advertencia.
Aquella misma noche le robaron una gran suma de dinero a Chen Shuibian, quien elogió la inteligencia de su vecino rico, pero desconfió del viejo.
Anónimo chino, El muro desmoronado