Vivos y muertos compartían un mismo espacio físico en los poblados argáricos. “Desarrollaron –dice el profesor Molina– un sentimiento religioso mucho más elaborado que sus antepasados de la Edad del Cobre. Aquellas gentes no sólo rendían a sus difuntos cultos rituales relacionados con las creencias relativas al más allá, sino que también llegaban a venerarlos como antepasados notables, manteniéndolos en el propio hogar.” Quizás esta costumbre se instauró para simbolizar de una manera directa la ascendencia que algunos vivos mostraban con orgullo y para fijar la relación de poder, sobre todo cuando las familias forman parte de la élite y se transmiten por herencia sus categorías social y económica. Recordemos que la argárica era una cultura que destaca por su acusada jerarquización social.
En Castellón Alto (Granada), las tumbas, salvo las inhumaciones infantiles en urnas funerarias o pithoi, son fosas verticales excavadas en el suelo y con más frecuencia covachas artificiales practicadas normalmente en la pared posterior de las cabañas. Una abertura con forma de huevo da paso a una pequeña cueva de planta oval no más grande que un plato de ducha donde se coloca al difunto en posición fetal junto al ajuar funerario.
La sepultura de la momia andaluza apareció en una de las viviendas de la terraza inferior del poblado. No cabe duda de que el esmero con el que se tapió la sepultura permitió que el cadáver quedase encerrado en una especie de recipiente hermético, lo que impidió la filtración de tierra. “Esto, unido a la gran sequedad ambiental, favoreció la confluencia de unas condiciones excepcionales de conservación de la materia orgánica”, afirma el profesor Molina. Los restos parcialmente momificados del adulto y el pequeño ofrecen a los científicos la excepcional oportunidad de conocer cómo vivíamos hace 3.500 años.
El hombre murió relativamente joven. “Era un varón narigudo, de complexión grácil y más bien bajo –no sobrepasó el 1,60 de altura–, que tenía entre 27 y 29 años en el momento de la muerte”, señala la doctora Inmaculada Alemán, del Departamento de Antropología Física. “Como nota curiosa de su constitución física hay que señalar que tenía unos brazos bastante largos en relación con el resto de las dimensiones corporales. Este particular detalle también se aprecia en el niño, lo que está indicando que éste era su vástago”, añade el profesor Botella.
Fuente: Muy Interesante
Características:
- Momificación natural por la sequedad de la zona.
- Originariamente el cuerpo se cubrió con una bolsa cerrada herméticamente por dos lados.
- El hombre tenía 28 años aprox. cuando falleció y a su lado se encontró el esqueleto de un niño, que se sospecha que pudo ser su hijo.
- Medía 1,60 metros de altura.
- No se encontraron signos de lucha ni lesiones que pudieran causar su muerte, así que se cree que pudo morir por una neumonía o alguna infección similar.
- El cadáver, lucía barba, tres coletas, una de ellas tan larga que superaba la cintura, portaba pantalón, un gorro de tela.
- Una azuela.
- Un puñal.
- Tres cuentas de collar.