Hasta el año 2006, Estados Unidos experimentaba un ambiente de bonanza económica, con tasas de interés muy bajas e alza sostenida del precio de la vivienda. Todo esto propició un aumento de los créditos hipotecarios y la competencia de los bancos por cuotas de mercado. Hubo un relajo en los criterios de evaluación, permitiendo que personas con una categoría crediticia dudosa (subprime) pudieran adquirir viviendas.
Al mismo tiempo, surgió un aumento de créditos hipotecarios como método de inversión, lo que correspondía a la compra de un inmueble a través de ese tipo de créditos, para una posterior venta. Como el precio de las casas iba en alza, quienes realizaban la compra con este propósito, estimaban que lograrían prepagar el crédito y de paso obtener una ganancia.
En EE.UU. la mayoría de estos créditos fueron otorgados a una tasa mixta (fija durante 2 ó 3 años y luego variable).
La crisis comenzó a desatarse el año 2007 debido, principalmente, al alza progresiva de las tasas de interés por parte de la Federal Reserve, así como la baja en el valor de las viviendas adquiridas. Esto hizo aumentar la tasa de morosidad y el nivel de ejecuciones (lo que incorrectamente se conoce como embargo), y no sólo respecto de las hipotecas de alto riesgo.
En una economía global, en la que los capitales financieros circulan a gran velocidad y cambian de manos con frecuencia y que ofrece productos financieros altamente sofisticados y automatizados, no todos los inversores conocen la naturaleza última de la operación contratada. Por tanto, no necesariamente conocen los riesgos de una maniobra de esta naturaleza.
Esto es lo que ocurre cuando algunos de los inversores, que pueden ser una entidad financiera, un banco o un particular realizan una transacción económica mediante compra de bonos o titularizaciones de crédito. Mediante la operación de securitización antes descrita, las hipotecas subprime podían ser retiradas del pasivo del balance de la entidad que otorgaba el crédito, siendo transferidas a fondos de inversión o planes de pensiones; estos luego debían enfrentar la morosidad del crédito y, por lo mismo, la desvalorización de los bonos de títulos adquiridos y que se basaban en tales hipotecas.
Fuente:
www.bancafacil.clLa crisis inmobiliaria sigue en España¿Por qué se están produciendo repetidos ataques de los mercados contra España? ¿Por qué la prima de riesgo sigue disparada? Tiene que ver con eso algunos escandalosos informes internacionales que están circulando y que llegan a altas instancias económicas del mundo. Algunos le han llegado al ministro Luis de Guindos.
Uno de ellos es un informe sobre la economía española elaborado por la firma norteamericana Carmel Asset Management, que estos días circula entre inversores internacionales, que se encuentra también encima de la mesa del ministro.
Su impacto está siendo muy grande en los ámbitos financieros porque sus previsiones y conclusiones resultan muy alarmantes por lo exageradas. Este tipo de escritos están contribuyendo a dañar gravemente la economía de España.
El Confidencial Digital ha tenido acceso al contenido íntegro del informe elaborado por Carmel Asset Management sobre España. En síntesis, dice lo siguiente:
-- La burbuja inmobiliaria todavía no ha estallado. Lo que ha habido, hasta ahora, son pequeñas grietas.
-- España tiene
bancos zombis, con créditos masivos a promotores y compradores. No han saneado todavía las pérdidas y están muy poco capitalizados.
-- La economía española está arruinada. Está basada sólo en la construcción.
-- Los precios de la vivienda van a desplomarse todavía otro 35%.
El Confidencial Digital, miércoles 18 de abril de 2012.
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