H. G. Wells: “History is a race between education and catastrophe”.

lunes, 21 de noviembre de 2011

25 de noviembre: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Una esclava sexual de Gadafi cuenta su calvario en el harén del coronel
Tres mujeres uniformadas al servicio del dictador -Salma, Mabrouka y Feiza- se presentan en el salón de belleza que regenta su madre. "Muamar quiere verte. Desea darte unos regalos". La adolescente -llamémosla Safia- las acompaña de buen grado. "¿Cómo sospechar? Era el héroe, el príncipe de Sirte".

La conducen al desierto, donde la caravana del coronel, de 62 años, se ha instalado para una cacería. La recibe enseguida, hierático, con ojos penetrantes. La interroga sobre su familia, sobre los orígenes de su padre, de su madre, sobre sus medios económicos. Después, le pide fríamente que se quede a vivir con él. La joven está desconcertada. "Tendrás todo lo que quieras: casas, coches...". Ella se asusta, sacude la cabeza, dice amar a su familia y querer estudiar. "Yo me ocuparé de todo", responde él. "Conmigo estarás a salvo. Te aseguro que tu padre lo comprenderá". Y llama a Mabrouka para que se ocupe de la adolescente.



Durante las horas que siguen, Safia, aterrada, ve cómo le adjudican un lote de lencería y ropa sexi. Le enseñan a bailar y a desvestirse al son de la música, así como "otros deberes". Ella solloza y pide que la lleven a casa de sus padres. Mabrouka sonríe. El regreso a una vida normal no forma parte de sus opciones.

Durante las tres primeras noches, Safia baila sola ante Gadafi. Él escucha una casete de un músico "al que más tarde mandará matar". La mira, pero no la toca. Simplemente, dice: "Serás mi puta".

El País, domingo 20 de noviembre de 2011.

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