Florencia fue la cuna del Renacimiento. Situada en la región de Toscana, participó en el siglo XIII en el conflicto entre gibelinos, defensores del emperador, y gibelinos. En el siglo XV, tomó el poder la familia Médicis. Lorenzo de Médicis fue un importante mecenas. Su hijo Juan se acabaría convirtiendo en papa con el nombre de León X y convertiría Roma en el nuevo foco artístico.