Marco Polo nació en Venecia en 1254. En ese momento, esta ciudad, junto a Génova, dominaba el comercio europeo con Oriente. Los principales productos del comercio eran la seda y las especias.
Su padre Nicolás y su tío Maffeo partieron en 1255 hacia Oriente. Fue así como llegaron a la corte del emperador mongol Kublai Khan, que les envió de vuelta con cartas para el Papa.
En 1271, ya con Marco, regresarían a China. Utilizaron la llamada Ruta de la Seda, que atravesaba Asia Central.
Llamó la atención de Marco Polo, la utilización del papel moneda en China. La leyenda cuenta que Marco Polo introdujo en Italia algunos productos de Oriente, entre ellos los helados y la pasta, especialmente los espaguetis.
Marco Polo permaneció en China más de 20 años. En 1295, consiguió permiso para regresar, acompañando a una princesa mongola. Esta vez, siguió la ruta marítima, habitual para los mercaderes musulmanes, pero todavía desconocida para los occidentales.
En 1298 fue apresado por los genoveses, que se encontraban en guerra con Venecia. Fue en la cárcel donde dictó las memorias de sus viajes a Rustichello de Pisa. El libro pronto sería conocido en Italia como Il Milione, por la costumbre de Polo de referirse a grandes cantidades, inconcebibles en la Europa de su tiempo.
Este libro fue muy importante para Cristóbal Colón, que quiso llegar a China navegando hacia Occidente: desde hacía años, desde que los turcos conquistaran Constantinopla, la Ruta de la Seda estaba cerrada a los occidentales.
Marco Polo murió en Venecia en 1324. La mayoría de sus paisanos siempre creyeron que había exagerado cuando relató sus viajes. Él siempre había respondido: "No he contado ni la mitad de lo que vi".
Los reyes tártaros
Por tanto, el primer rey de los tártaros fue Chinchis; el segundo, Eni; el tercero, Bacni; el cuarto, Esu; el quinto, Monghu; el sexto, Cublay, que reina todavía, cuyo poderío es mayor que el de los cinco predecesores susodichos. Es mayor el imperio de él solo que todos los reinos y señoríos juntos de cristianos y sarracenos, como se demostrará de manera paladina en su lugar en este volumen. Cuando se lleva el cadáver del Gran Kan a enterrar al monte, la comitiva que lo acompaña al sepulcro pasa a cuchillo a todos los hombres con los que topa en el camino diciendo: "Id y servid al rey vuestro señor en la otra vida". Están, en efecto, ofuscados por tan gran extravío, que creen que los muertos en aquella ocasión se consagrarán a su servicio en el más allá. Igualmente degüellan todos los caballos que encuentran y corceles elegidos del rey difunto, para que él los reciba vivos en el otro mundo. Cuando se llevó el cuerpo de Monghu Kan al monte, los soldados que escoltaban su cadáver mataron por el motivo antedicho más de veinte mil hombres.
Del aspecto del rey Cublay y de sus mujeres, hijos y criadas
El gran rey Cublay es muy apuesto, de estatura mediana, ni muy grueso ni muy flaco; tiene la cara redonda y blanca, los ojos negros, la nariz muy hermosa, y en toda la complexión de su cuerpo está muy bien proporcionado. Tiene cuatro mujeres a las que da el nombre de legítimas. El primogénito de la primera le debe suceder en el trono. Cada una de estas cuatro dispone para sí de una corte real en su propio palacio, pues posee trescientas doncellas escogidas y muchos criados eunucos y otros servidores sin cuento, de suerte que el séquito de cada una de ellas se compone de cerca de diez mil hombres y mujeres. Además tiene el rey muchas concubinas; en efecto, hay un pueblo entre los tártaros que se llama Unctas, en el que nacen mujeres bellísimas y adornadas de excelentes costumbres; de éstas tiene en palacio un número de cien, que están a cargo de nobles matronas, las cuales ponen en su custodia diligente celo y es preciso que vean si las afea alguna enfermedad o defecto; las que carecen de toda mácula corporal se reservan para el rey. Seis de ellas tienen durante tres días y tres noches el cuidado de la cámara regia, y cuando el monarca entra a descansar y cuando se levanta le asisten y duermen en su aposento; el cuarto día otras seis relevan a las primeras y durante tres días y tres noches se ocupan del mismo menester; así, por turno, cada día reemplazan otras seis a las precedentes, y de esta manera se suceden unas a otras hasta que se llega al número de cien. De las cuatro esposas susodichas tiene el rey 22 hijos. El primogénito de la primera mujer se llamaba Chinchis y hubiese debido sucederle en el trono; pero como ha muerto antes que su padre, la sucesión recae en su hijo Themur, porque es el hijo del primogénito. Thernur es hombre valiente y esforzado y muy prudente, y ya ha conseguido muchas victorias. De las criadas tiene el rey Cublay 25 hijos muy valerosos, que todos son grandes señores.
El papel moneda
La moneda del Gran Kan se hace así: de la corteza de morera extraen la pulpa y la trituran y apelmazan como hojas de papel. Después la cortan en pedazos grandes y pequeños a modo de dineros y marcan en ellos diversas señales, según lo que ha de valer tal moneda. El dinero más bajo vale un tornés pequeño; el segundo en precio vale un medio grueso veneciano; el tercero monta dos gruesos venecianos, el siguiente cinco, el otro diez. De este dinero ordena el rey que se haga gran cantidad en la ciudad de Cambalú; a nadie, bajo pena de muerte, le está permitido acuñar o pagar con otra moneda o rehusar ésta en casi todos los reinos sometidos a su señorío, y ninguno, aunque sea de otros dominios, puede servirse de otra moneda dentro de las tierras del Gran Kan, y sólo los oficiales del rey la fabrican por orden del monarca. Muy a menudo sucede que los mercaderes que vienen a Cambalú de diversas partes traigan oro, plata, perlas y piedras preciosas, y todo ello lo hace comprar el rey por medio de sus oficiales y ordena que el pago se efectúe en su dinero.
Su padre Nicolás y su tío Maffeo partieron en 1255 hacia Oriente. Fue así como llegaron a la corte del emperador mongol Kublai Khan, que les envió de vuelta con cartas para el Papa.
En 1271, ya con Marco, regresarían a China. Utilizaron la llamada Ruta de la Seda, que atravesaba Asia Central.
Llamó la atención de Marco Polo, la utilización del papel moneda en China. La leyenda cuenta que Marco Polo introdujo en Italia algunos productos de Oriente, entre ellos los helados y la pasta, especialmente los espaguetis.
Marco Polo permaneció en China más de 20 años. En 1295, consiguió permiso para regresar, acompañando a una princesa mongola. Esta vez, siguió la ruta marítima, habitual para los mercaderes musulmanes, pero todavía desconocida para los occidentales.
En 1298 fue apresado por los genoveses, que se encontraban en guerra con Venecia. Fue en la cárcel donde dictó las memorias de sus viajes a Rustichello de Pisa. El libro pronto sería conocido en Italia como Il Milione, por la costumbre de Polo de referirse a grandes cantidades, inconcebibles en la Europa de su tiempo.
Este libro fue muy importante para Cristóbal Colón, que quiso llegar a China navegando hacia Occidente: desde hacía años, desde que los turcos conquistaran Constantinopla, la Ruta de la Seda estaba cerrada a los occidentales.
Marco Polo murió en Venecia en 1324. La mayoría de sus paisanos siempre creyeron que había exagerado cuando relató sus viajes. Él siempre había respondido: "No he contado ni la mitad de lo que vi".
Los reyes tártaros
Por tanto, el primer rey de los tártaros fue Chinchis; el segundo, Eni; el tercero, Bacni; el cuarto, Esu; el quinto, Monghu; el sexto, Cublay, que reina todavía, cuyo poderío es mayor que el de los cinco predecesores susodichos. Es mayor el imperio de él solo que todos los reinos y señoríos juntos de cristianos y sarracenos, como se demostrará de manera paladina en su lugar en este volumen. Cuando se lleva el cadáver del Gran Kan a enterrar al monte, la comitiva que lo acompaña al sepulcro pasa a cuchillo a todos los hombres con los que topa en el camino diciendo: "Id y servid al rey vuestro señor en la otra vida". Están, en efecto, ofuscados por tan gran extravío, que creen que los muertos en aquella ocasión se consagrarán a su servicio en el más allá. Igualmente degüellan todos los caballos que encuentran y corceles elegidos del rey difunto, para que él los reciba vivos en el otro mundo. Cuando se llevó el cuerpo de Monghu Kan al monte, los soldados que escoltaban su cadáver mataron por el motivo antedicho más de veinte mil hombres.
Del aspecto del rey Cublay y de sus mujeres, hijos y criadas
El gran rey Cublay es muy apuesto, de estatura mediana, ni muy grueso ni muy flaco; tiene la cara redonda y blanca, los ojos negros, la nariz muy hermosa, y en toda la complexión de su cuerpo está muy bien proporcionado. Tiene cuatro mujeres a las que da el nombre de legítimas. El primogénito de la primera le debe suceder en el trono. Cada una de estas cuatro dispone para sí de una corte real en su propio palacio, pues posee trescientas doncellas escogidas y muchos criados eunucos y otros servidores sin cuento, de suerte que el séquito de cada una de ellas se compone de cerca de diez mil hombres y mujeres. Además tiene el rey muchas concubinas; en efecto, hay un pueblo entre los tártaros que se llama Unctas, en el que nacen mujeres bellísimas y adornadas de excelentes costumbres; de éstas tiene en palacio un número de cien, que están a cargo de nobles matronas, las cuales ponen en su custodia diligente celo y es preciso que vean si las afea alguna enfermedad o defecto; las que carecen de toda mácula corporal se reservan para el rey. Seis de ellas tienen durante tres días y tres noches el cuidado de la cámara regia, y cuando el monarca entra a descansar y cuando se levanta le asisten y duermen en su aposento; el cuarto día otras seis relevan a las primeras y durante tres días y tres noches se ocupan del mismo menester; así, por turno, cada día reemplazan otras seis a las precedentes, y de esta manera se suceden unas a otras hasta que se llega al número de cien. De las cuatro esposas susodichas tiene el rey 22 hijos. El primogénito de la primera mujer se llamaba Chinchis y hubiese debido sucederle en el trono; pero como ha muerto antes que su padre, la sucesión recae en su hijo Themur, porque es el hijo del primogénito. Thernur es hombre valiente y esforzado y muy prudente, y ya ha conseguido muchas victorias. De las criadas tiene el rey Cublay 25 hijos muy valerosos, que todos son grandes señores.
El papel moneda
La moneda del Gran Kan se hace así: de la corteza de morera extraen la pulpa y la trituran y apelmazan como hojas de papel. Después la cortan en pedazos grandes y pequeños a modo de dineros y marcan en ellos diversas señales, según lo que ha de valer tal moneda. El dinero más bajo vale un tornés pequeño; el segundo en precio vale un medio grueso veneciano; el tercero monta dos gruesos venecianos, el siguiente cinco, el otro diez. De este dinero ordena el rey que se haga gran cantidad en la ciudad de Cambalú; a nadie, bajo pena de muerte, le está permitido acuñar o pagar con otra moneda o rehusar ésta en casi todos los reinos sometidos a su señorío, y ninguno, aunque sea de otros dominios, puede servirse de otra moneda dentro de las tierras del Gran Kan, y sólo los oficiales del rey la fabrican por orden del monarca. Muy a menudo sucede que los mercaderes que vienen a Cambalú de diversas partes traigan oro, plata, perlas y piedras preciosas, y todo ello lo hace comprar el rey por medio de sus oficiales y ordena que el pago se efectúe en su dinero.