No mucha gente en Baeza conoce a Conchi, debido a que lleva poco tiempo viviendo en la localidad. Esta joven madre reparte su tiempo entre dos trabajos: una cafetería y un servicio de teleasistencia a ancianos. Sin embargo, quienes la conocen bien, les consta que lo está pasando muy mal. «Está destrozada, con una depresión de caballo. Llorando y llorando, sobrevive a base de tilas», dicen desde su entorno cercano. Un sentimiento que también comparte Domingo, su ex marido y dueño de un taller en Úbeda. Se separaron hace seis años y comparten la custodia de su hija.
Esa la misma adolescente de 16 años, que les denunció ante la Guardia Civil durante el Puente de Andalucía, en concreto, el pasado 28 de febrero, por castigarla sin salir de casa. Y es que, a pesar de estar separados, la comunicación de la pareja es más que fluida en lo que a la educación de su hija se refiere.
El padre fue detenido e imputado por un presunto delito de detención ilegal. Con el Código Penal en la mano, los agentes tuvieron que considerar la posibilidad de que se tratara de una conducta delictiva que atentaba contra el deber familiar de proteger a un menor y así se lo comunicaron al padre. De su lado, la madre, al no oponerse al castigo, pasó a ser una supuesta colaboradora.
La Razón, lunes 5 de marzo de 2012.
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